por: Jorge Alberto
Hidalgo Toledo
"No tenÃa fe, para mÃ
el mundo era una enorme pantalla cuya única finalidad era la de ser
contemplada. El objeto de mi existencia era infinito: autos que pasados algunos
años eran destruidos o renovados, mujeres que dÃa a dÃa transformaban su cuerpo
en mina de sensaciones visuales, marquesinas prostituidas por gigantescos
tÃtulos de colores, faros de luz que durante las noches modificaban la textura
y el color de las paredes, frases sin significado alguno, incapaces de dejar
algo en la memoria que no fuera la vaga impresión de sus letras. Todos mis
demás sentidos quedaban anulados ante la posibilidad de ver; no deseaba tocar
las cosas. Para mi era evidente que la mayor parte de cuanto me rodeaba poseÃa
una vulgar concretud, el tocar era siempre reconocer obstáculos".
(Guillermo J. Fadanelli, Afrokola)
En sus marcas....
listos..... fuera.... fuera de lugar, fuera de casa, fuera de serie, fuera de
toda perspectiva establecida serán estos próximos juegos olÃmpicos que habrán
de llevarse a cabo en el mismÃsimo recinto de la burbuja ácida y sin
descafeinar: Atlanta City. Atlanta
"la grande" simplemente para unos, para otros, un "pequeño
poblado cocacolero" que no tiene otra que ofrecer más que cientos de
millones de dólares reunidos en botellas de cristal y una que otra por
reciclar.
Pues bien, si quieren
véanlo asÃ, como un evento deportivo nada más, en el que se darán cita docenas
de paÃses a probar lo último que puedan ofrecer. Pero eso si, imaginen... es
más, no hay ni siquiera que imaginar, ya que lo más seguro es que en el momento
mismo que enciendan su radio, televisor o computadora: verán cientos de spots publicitarios en los que una
música energética y muy nacionalista, apoyada en la voz grave, ronca y sensual
de un locutor los invitará a preparar maletas para disfrutar la experiencia más
insólita de sus vidas, sin necesidad de tener visa y pasaporte a la mano, pues
todo ser humano podrá gozar de los avances y previos del evento
"completamente gratis", gracias al pasaporte más grande del mundo: los
Mass Media.
¿Pero qué tanto puede
haber detrás de unos "monitos corriendo y sudando por doquier"?
Pues bien, detrás de
todas esas largas y agobiantes campañas publicitarias hay dos situaciones
"ligeramente superficiales": primero, "fomentar la unión de las
naciones y el espÃritu de competitividad", mediante el desarrollo fÃsico
de sus atletas; y la más importante de todas, usar a estos, "conejillos de
indias", como grandes espectaculares donde lo último en tecnologÃa
deportiva será probada, ¿o qué?, a poco creen que esas maravillas de gogles,
esos arcos o esos tenis que nunca se quitan, surgieron asà de la nada. Pues no,
ya que las mentes más creativas, puestas al servicio del Marketing, han estado
desarrollando, durante cuatro años, cientos de productos que habrán de
publicitarse en el spot más largo que
jamás se haya registrado: una carrera de obstáculos o un simple salto de
longitud.
Pero en fin, ese
aspecto mercadológico no es el fondo que querÃamos tocar ya que detrás de esos
aros, también se esconde el desarrollo tecnológico, en materia de comunicación,
más impresionante jamás pensado.
Es más, hagamos
memoria y regresemos el tiempo tan sólo cuatro años y situémonos en la segunda
sede olÃmpica de habla hispana: Barcelona
'92, donde solamente se esperaba que 3,500 millones de espectadores
estuvieran frente a sus televisores dispuestos a chutarse de pi a pa todas las
competencias oficiales y de exhibición, con sus respectivos comerciales. Ahora
bien, gracias a eso, voceros del Comité Organizador de aquellas olimpiadas,
pudieron afirmar que los ingresos por derechos de televisión ascendieron tan
sólo a 650 millones de dólares (sin contar lo que se registró por la venta de
licencias a los patrocinadores), lo que significó la presencia en la Ciudad Condal de los principales canales
difusores del mundo.
En aquellos dÃas, la
maquinaria televisiva estuvo a cargo de Radio Televisión OlÃmpica, (organismo
creado por la complejidad organizativa del evento para producir la señal
internacional de radio y televisión), quien se encargó de seleccionar y
semantizar los valores olÃmpicos, en cuanta imagen en "cámara rápida o
lenta" saliera al aire.
La cobertura y
transmisión fue todo un experimento, pues se pensó en función de la tecnologÃa
de la televisión en alta definición (1250/50 y 1125/60), lo que hizo de este
evento un hecho único, pues fue la primera olimpiada grabada en formato
digital.
Durante aquel festejo,
se dieron cita más de 3.000 profesionales de Radio y Televisión, tratando de
hacer posible que la OlimpÃada adquiriera una dimensión planetaria. El tratar
de hacer del evento un acontecimiento memorable, desde el punto de vista de la
cobertura audiovisual, llevó a las grandes transnacionales a desarrollar nuevas
tecnologÃas, además de elaborar una serie de modificaciones técnicas para poder
registrar con rapidez y precisión, el momento en que una lágrima cubriera el
rostro de más de un deportista; el nivel máximo de emoción entre la tensión de
Ben Johnson y Carl Lewis; o la belleza deslumbrante de alguna campeona cuyas
uñas provocarÃan la admiración del mundo.
Transportar la señal
internacional desde las sedes y distribuirla a los radiodifusores en el Centro
Internacional de Radio y Televisión, además de proveerles los servicios e
infraestructuras necesarias para cubrir sus requerimientos unilaterales, no es
cosa que cualquiera se aviente a hacer, por lo mismo considero que el generar
más de 2,000 horas de producción; poner a disposición equipos de pre y
posproducción, además de oficinas para todos los radiodifusores; transmitir la
ceremonia de inauguración y clausura con 42 cámaras, operadas 5 de ella a
control remoto; usar 45 unidades móviles y 800 cámaras en magnetoscopio DX
1/2" de Panasonic para una "ligera transmisión" con calidad
profesional; al igual que el desarrollo de nuevas tecnologÃas en materia
audiovisual; incluir casi el doble de eventos deportivos que en Seúl;
desarrollar eventos culturales como la Expo en Sevilla y sus festivales
audiovisuales (donde se registró el más grande espectáculo audiovisual de la
historia, con 200 horas continuas de exposición "televisada" y
"televisable"), fueron motivo "cuasi insignificante para
denominar" a Madrid como la Capital Cultural de Europa.
Ahora bien, qué nos
depara el futuro y sobre todo, estas mega olimpiadas. Sinceramente no me
imagino llegar a un pabellón de información saturado de kioscos interactivos,
donde se me de vÃa multimedia toda la información necesaria en relación con los
eventos, obtención de medallas por paÃses y casi hasta pronósticos de resultados.
Obviamente, la
tecnologÃa estará al orden del dÃa, por lo mismo "espero", que este,
que es un evento de convivencia internacional, no se vuelva un escaparate
radiotelevisivo, para mostrar las cuestiones crÃticas de problemáticas tales
como la situación de los indocumentados o los conflictos raciales existentes en
una nación tan bella como lo es la América posmoderna que Washington nunca
imaginó.
En "verdad
anhelo", que las grandes avenidas no se llenen de manifestantes ensuciando
las largas y hermosas banquetas con panfletos que reclamen justicia o
simplemente seguidores a la lucha. SerÃa de muy mal gusto que un evento de
tales magnitudes acabe con su imagen por transmitir escenas o avances de algún
film de Oliver Stone en pasamontañas a la par de anuncios de Visa o Coca Cola,
por el contrario, espero que los chismes, chistes y parodias, además de la
cámara indiscreta sean mejor que en el '92.
Por primera vez en mi vida, quiero sentarme a
contemplar la televisión sin cuestionarme y admirar a los atletas mientras
reciben sus medallas, sin que tengan que levantar sus manos con el puño cerrado
como señal de afiliación al movimiento de los black panters.
Quiero sentarme al
igual que muchos a ver las carreras y los partidos de volleyball, sin tener que
pensar en boicots o conflictos estudiantiles. Quiero saborear el gran peso de
la tecnologÃa en cuerpo y alma. Saber que Sun Systems, Microsoft, Adobe, Aldus,
IBM, Apple, Hewlett Packard, Macromedia, Silicon Graphics, me dejaran ver sus
avances en high tech, mostrándome la brújula y por ende, el camino para navegar en
el ciberespacio y la realidad virtual.
Quiero pensar que
Atlanta estará llena de Video Walls, espectáculos multimedia y animaciones
virtuales. Que cientos de artistas itinerantes montarán performance, happenings y
espectáculos multidisciplinarios para demostrar que en los verdes campos donde
se celebra la "gran barbacoa" de Mark Twain, existe cultura. Se que
podrán....
Se que el diseño
arquitectónico, gráfico, industrial y textil estará a la orden del dÃa. Que los
pictogramas ha desarrollarse para identificar a los distintos deportes, podrán
ser interpretados y utilizados por gente de diversas culturas e idiomas, sin
que tengan que pasar horas enteras tratando de averiguar si aquel signo indicativo,
es el correspondiente al baño de hombres o mujeres. Se que no nos defraudarán
los comunicólogos y artistas gráficos, pues seguramente romperán con la pauta
marcada por los trazos libres, evocadores de Joan Miró, de los diseñadores
españoles, haciendo de la iconografÃa un lienzo hiperrealista a la Dennis
Hooper, y que no nos atormentaran con un logotipo a la Jackson Pollock, ni
tampoco a la Walt Disney.
Se que este será el
más grande espectáculo jamás visto, que la Fiesta Audiovisual que se está
preparando impactará tecnológicamente como el primer viaje de Colón. Los ojos
del mundo y de los mercados están situados en este punto, y por ingenuos que
seamos, no creo que nos vayan a dejar vestidos y alborotados.
Por lo mismo, sobra
decirles que desde hoy pienso sentarme a contemplar con gusto todo cuando
aparezca ante mis ojos. Quiero
sorpresas...
Quiero disfrutar hasta
el último segundo de creatividad y tecnologÃa, sin tomarme la molestia de
criticar y molestar. Quiero hartarme de todas esas cosas y productos que fueron
diseñadas para alguien como yo: un simple mortal que goza usar sus tenis, aunque
sea para caminar.
*NOTA: En caso de que
falle mi televisor que alguien me grabe por favor las competencias de nado de
crawl (léase en tono cantado y lloroso).
CHANGOS,
MONOS Y MONITOS
(Apéndice,
tripa, sobrante o algo por el estilo)
¿Qué es lo que es?
habrÃa que empezar por preguntarnos a la hora que nos sentamos a ver con
detenimiento aquello que han denominado la mascota de la serie televisiva que
no me quiero perder: las olimpiadas. La cual pienso "poner en un altar con
veladoras" no sin antes aclarar algunos datos.
De 1972 (Munich) a la
fecha, los juegos olÃmpicos generaron una original disciplina al sentar a sus
mejores diseñadores para romper un nuevo récord, el de impacto y recordación,
al crear un ser animado capaz de acompañar a los atletas durante la larga cita
mundial. Si bien recordamos aquella primera mascota atlética y escultural fue
el perro "Waldi", que
identificaba con su hiperresistencia, agilidad y tenacidad, la región alemana
de Bavaria.
En 1976 (Montreal), la
creación del emblema olÃmpico estuvo a cargo de los canadienses quienes
"respaldados" por Green Peace optaron, como sÃmbolo del desarrollo
económico primario de Canadá, léase el comercio de las pieles, por el castor. Amik, nombre que le dieron a aquel
castor paciente y trabajador cedió su breve trono a la especial mascota rusa
(1980, Moscú) el oso Misha quien
cautivara al mundo con su aspecto bonachón y alegre. Misha, diseñada por VÃctor Tchijikov, batió un nuevo récord, el de
comercialización, al aparecer en manos de más de 10 millones de personas, que
no satisfechas, gozaron al ver volar a Misha
sobre el Estadio Lenin con lágrimas en los ojos.
No cabe la menor duda,
la cursilerÃa mundial fue el fuerte del telemarketing y el nuevo sueño
americano, ya que en 1984, en la emisión correspondiente a Estados Unidos,
nació El águila Sam (diseñada por
Robert Moore y concebida por Walt Disney
Productions), sÃmbolo máximo del nacionalismo imperialista y del
Marketing industrializado, ya que de esta se imprimieron camisetas, gorras,
"pins" y monos de peluche elevando la reserva monetarias en plumas
verdes y no precisamente de ganso, a más de 200 millones de dólares.
1988, Seúl eleva su
bandera intentando conquistar los mercados infantiles y souvenirescos con Hodori, un hermoso y tierno tigre sÃmbolo
de valentÃa y grandeza, sin embargo, el pequeño hijo del diseñador Kim Hyun, no
logró devorar los corazones de los espectadores como lo hiciera "fina y
estratégicamente" Sam.
Barcelona '92,
olimpiada cultural e innovadora, posmoderna dirÃa yo, llena de performance e
instalaciones, espectáculos multimedia y un extraño perro apodado Cobi como eje de balanza del
espectáculo cubista y exitosamente comercial, fue el centro de las miradas. Y
digo extraño ante el pequeño, no por la forma como vestÃa o se desplazaba, sino
por su origen, la pluma del controvertido caricaturista underground, Javier Mariscal,
autor de otros perros idénticos a Cobi,
con la única variable de que eran multicolormente alcohólicos y cocainomanos.
Ahora si, volvamos a
nuestro infierno, Atlanta, la madre de todo el desmadre e Izzy, esa pequeña cosa que comenzó siendo eso, una simple pregunta
"What is it" hasta terminar en lo que fue, un objeto amorfo, a veces
llama, a veces gusano, a veces nada, a veces todo... no lo se, pero el saber
que gran parte de su origen lo debemos a los miles de niños alrededor del mundo
que enviaron sus ideas al comité de 32 niños de Atlanta me deja en las mismas,
en un objeto absurdo e infantil como las situaciones limites de ese paÃs.
Según cuentan, el
antiguo y exclamativo nombre Whatizit,
se redujo a Izzy, por sonar a ganador
(según los mismos 32 niños), sin embargo, este homófono de fácil no es más que
eso una figura improvisada y controversial, ya que además de todo cuenta con
una pequeña historia (imaginaria por su puesto, pero historia al fin y al
cabo), la cual consiste en que "aquello", (como denominaremos de
ahora en adelante a "ese"), es un adolescente que vive en un mundo
fantástico en el interior de la flama olÃmpica. Sin embargo, el encanto de los
juegos OlÃmpicos lo convierten en un participante más al tener como misión unir
los campeonatos. Para esto, tiene que encontrar los cinco aros mágicos los
cuales lo dotaran de poder y sabidurÃa para participar.
Como pueden ver, esta
"inocente" representación del ninténdico cliché de la saga
Waltdisneica y Mariobrosiana, rompe con la figura e imagen de una nación
hipertecnificada y multiracial. Por lo que entiendo, la América de exmilitares
homeless y psicópatas mariners, no está para darse golpes de pecho y pintar el
cielo de rosa. Breton serÃa feliz con esa imagen, todavÃa el emblema Cambell's
de Andy Warhol es más representativo de esa nación que un garabato.
"Izzy", "Ese", "eso" o "aquello" no
merece lugar en la historia, deberÃa pasar desapercibido dirÃan muchos
crÃticos, sin embargo su figura es esencial, ya que a 100 años de unión
regresamos al origen, la humildad y la inocencia de la infancia, donde todos
quieren ser campeones sin esfuerzo o bajo la comanda de "hazlo tu
mismo" eres el campeón.
Ahora si creo que vale
la pena ver con ojos nuevos al pequeño amorfo, quien por cierto parece tenernos
una nueva enseñanza: lo que no vende se recicla. Lo que se recicla vende el
doble sin dejar de ser la misma mierda o lo que es mejor, ese chicle que hoy
masticas, mañana te lo vas a comer.