Jorge Alberto
Hidalgo Toledo
"Ya veis, no le pedía demasiado a la
vida; hasta ahí llegaban mis aspiraciones.
Cuando menos, mis metas eran claras y sabía
lo que quería.
Tenía veinte años y estaba dispuesto a
todo".
(Hanif Kureishi, El Buda de los suburbios)
TEMORES Y DESVENTURAS DE LA
GENERACIÓN X
"Todo está permitido, pero no vale la pena arriesgarse por ello"
parece ser la insignia de una generación que ha posado sus pies sobre los
ásperos campos de la apatía y la desventura. Una generación de desencantados
jóvenes que van de los 18 a los 31 años y cuyas esperanzas se han visto disminuidas
por la falta de "oportunidades".
Según manifiesta el escritor y periodista
Douglas Coupland, creador del concepto "Generación X", son cerca de
46 millones de muchachos entre ellos negros, asiáticos, hispanos y blancos los
que están pasando por la más infame de las guerras: la interna. La gran batalla
que es saberse hijos de una pareja separada; el reconocerse como abandonados
"bastardos" críos de un "workoholic" (trabajador
compulsivo); el concebirse en medio de grandes recesiones económicas y guerras
interétnicas; el comprender que son ellos la única esperanza en un mundo donde
las esperanzas han sido segregadas y superadas por improbables.
Esta generación de doctos clasemedieros,
es el resultado de la experimentación desenfrenada de unos padres situados en
las raíces beatniks y hippies de los años 60's y 70's. La
lucha política, la asamblea, la manifestación, la comuna, el sexo desmedido y
la droga, son las bases fenoménicas de la información genética que los
constituye.
Para estos ilustres jóvenes que han
logrado terminar una preparatoria, una carrera, una maestría e incluso un
doctorado, el mundo se presenta como una esfera de posibilidades agotadas, no hay lugar para la acción ni motivos por
los cuales actuar, tomar una postura suele ser, ya de por sí, una posición
muy arriesgada en un horizontes donde la observación y la pasividad son la
formula primaria.
Esta subcultura manifiesta remarcada con
una "X", ha visto cómo la generación que la antecede, es decir los boomers y los yuppies, acaparan con sus tan sólo 30 y 40 años de edad el
comercio, la publicidad, las empresas financieras, editoriales, universidades y
sobre todo los medios de comunicación masiva. Este medio de control por parte
de los boomers, los ha llevado a la
creación de sus propios medios, costumbres, tradiciones y modas.
THE
DIRTY SOUND OF LIFE
Para estos, el "dirty-look", léase las vestimentas
carentes de vanguardia pero repletas de experiencia, es algo más que un
chillido contestatario ante sus frustraciones y el establishment. A diferencia
de los volubles, críticos y violentos punks,
sus ropas se ciñen en los standares del trabajo, mezclan las prendas de los
leñadores, con las descompuestas envolturas de los obreros y los homeless. Van de la camisa de franela a
la botas industriales, de los jeans raídos a los enormes y flotantes pantalones
de pana, saturan sus cuerpos de tatuajes y perforaciones.
Esta moda no moda, anti-moda. No es
resultado ni de la manipulación ni de la publicidad. Los X's han superado el
consumismo compulsivo de los desorientados, contrariamente a su entorno, estos
fueron enseñados desde pequeños a ir al supermercado y seleccionar. Optan por
lo necesario y desechan aquello que carezca de efectividad. No obstante su poder de compra es enorme,
esto se debe, según las estadísticas, a que el 54% de los jóvenes de entre los
18 y 29 años siguen viviendo en casa de sus padres.
FRUSTRACIÓN
E INESTABILIDAD SIN MORAL APARENTE
Las tentaciones fueron erradicadas de
sus vidas como plagas medievales.
Desconocen la clara definición del concepto compromiso y hacen lo que
sea por sobrevivir. Les da igual lo que piensa de ellos la gente y están
decididos a acabar con las utopías. La escatología es para ellos la ciencia y
no un mero método. El nihilismo es más que una mera filosofía dentro de sus
órganos y venas. No creen en nada ni
nadie, a no ser en ellos, en su melancolía y su relación con la naturaleza.
Bajo la sentencia fílmica de "En los 80's el sexo se paga con la muerte",
el amor toma nuevas formas. El sexo desaparece de los ciclos vitales como
prioridad y pasa a un segundo plano. El vivir en el filo de la navaja, es un
claro síntoma del malestar de esta cultura. Los virus y las olvidadas pestes
nos acosan. Nuevas enfermedades y sobre todo el SIDA, los ha obligado a
ingresar en las filas de la fidelidad por lo menos mientras dura su relación.
Aún cuando no hay compostura, son pocos los que tienden a la promiscuidad.
Todas las formas se han disuelto y
carcomido, no hay nada que acabe con el equilibrio de la rutina diaria. Ni el
tatuaje quita-pon, las borracheras ni la música violenta han prolongado la
comunicación.
Los X's piensan de una vez por todas
librarse de los lazos comerciales de las pasadas décadas, censurando con su
totalidad metalera a la manipulación y a la hipocresía de esa pequeña carroña
que los rodea y llaman sociedad con algo más que el agrio coraje punk. Son los
sucios sonidos eléctricos y los cabellos alborotados, los que dotan a este
pequeño jardín de las delicias de una actitud indiferente y llena de
pensamientos ajenos a la agitación social.
Es con esta actitud "rara" con
la que pretenden entrar a otro milenio. Es con este look frío y oscuro con lo que pretenden conquistar la brecha
generacional. Es con esta individualidad remarcada con la que atentarán contra
la vida y sus relaciones en general. Es con esto con lo que se abren cloacas en
vez de camino. Es con esto con lo que entramos a un nuevo tiempo. Al tiempo de
ellos, de la Generación X.
ESPACIOS
INERTES PARA LAS OTRAS GUERRAS
Los X's por su parte han extendido
alrededor del mundo su cine, sus diseños y su música. Este es en si, el más
difundido de sus medios. Este es tan cochambroso como su esencia. El Grunge, resultado de la fusión del punk, soul, funk, garage, heavy, psicodelia y hippismo, se proyecta, en la actualidad,
como una actitud desafiante y crítica, dispuesta a acabar con el sueño
americano.
Jonathan Poneman y Bruce Pavit son los
creadores de Sub pop, el sello independiente que en mancuerna con Sony Music
dio origen a la línea Rock Force, que incluía a grupos como Alice in Chains,
Living Colour, Soul Asylum, Pearl Jam, Promised Land, Screaming Trees, Spin
Doctors, The Suade y Toad The Wet Sprocket, convocando de esta manera tanto a
las corrientes inglesas como a los personajes más postmodernistas del más
ecléctico rock'n' roll.
Por otra parte, la costa Oeste
norteamericana, ha gestado un maremoto de delirio en boca de los llamados raves. Efímeros centros de reunión donde
los violentos e hipnóticos ritmos de la música techno obligan al baile salvaje
y la estimulación artificial. Es en estos depósitos humanísticos, donde se ha
globalizado el uso de las smart drinks
(bebida inteligente) y los smart
drugs, mejor conocido como Ecstasy
(tacha). La composición de estas bebidas está basada en un preparado de cafeína
mezclada con proteínas, mientras que en las tachas, la combinación es de
alucinógenos y excitantes.
Este descuido torrencial del alma humana
no nos debe parece ser ajeno, y menos mientras cientos de ellos son nuestros
hermanos y amigos.
EL
ENIGMÁTICO MODO DEL MUNDO
En México se habla de la existencia de
una generación que ha perdido sus ideales y se ha filtrado en los estrambóticos
canales del desencanto y la esperanza empobrecida, sin embargo, su aparición en
el mundo real es tan ilusoria como la vida misma.
Aún cuando nuestras calles estén
repletas de jóvenes de pelo largo y enmarañado, barbas de candado, botas de
leñador y camisas de franela, no podemos
hablar de una misma generación.
Los X's, más que ser el legado de los
puestos coyoacanenses, son el fruto de un caótico y desmedido modo de vida, de
una historia más veloz que sus protagonistas, pero sobre todo, de la locura de
nuestros tiempos.
La juventud norteamericana, pasó desde los
50's por una etapa de aceleramiento y experimentación que concluyó en la locura
punk. Norteamérica para 1970 era el manicomio más grande del mundo. Sus calles
expiraban odio y desenfreno. Sus avenidas albergaban tanto vagabundos como
idealistas.
Mientras que el México de los 50's se
arrullaba con melodías oníricas, Norteamérica vivía el infierno en carne
propia. Para 1960, tanto México como América Latina despertaba de la
inconsciencia, la juventud mundial se politizaba y reaccionaba, accionaba sus
voces contra el sistema y exigía lo suyo, un poco de voz. No obstante, el
despertar y la represión hizo de las suyas, el establishment se comió a los
grandes lobos, y todo siguió su cause. La globalización de finales de los 90's
devolvió a México su toque de participación. Las modas eran tan accesibles como
las tradiciones y las costumbres, sin embargo, no eran los mismos dolores los
que asediaban las cabezas.
Norteamérica, perdió su hilo y se salió
del cauce y nosotros quisimos seguirlos, sin embargo, lo único que pudimos
rescatar, fueron las modas y algunos medios.
Por lo mismo es un completo error pensar
que las necesidades son las mismas que los motivos. La generación X nos seguirá
siendo ajena mientras viva la familia y el aroma carnavalesco de nuestra
esencia. Mientras tengamos historia, tendremos vida propia y errónea será la
ajena. Quizá algún día la dialéctica histórica nos permita pasar por un cause
parecido, pero mientras tanto acostumbremos nuestros ojos a la mera
representación, por que eso si se los aseguro, todavía nos queda mucho que ver.