Industrias culturales en México: Reflexiones para actualizar el debate - Hipermediatizaciones: Hiperconexiones y remediaciones entre signos y palabras

Breaking

Textos especializados en Comunicación Digital, Ciencias Sociales, Literatura, Poesía, Humanidades Digitales y Culturas Juveniles. Sitio personal del Dr. Jorge Alberto Hidalgo Toledo, Expresidente de la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación, AMIC y Ex presidente del Consejo Nacional para la Enseñanza y la Investigación de las Ciencias de la Comunicación.

test banner

Post Top Ad

Bienvenido a mi interior

Post Top Ad

Responsive Ads Here

viernes, 25 de abril de 2014

Industrias culturales en México: Reflexiones para actualizar el debate

Jorge Alberto Hidalgo Toledo

En 1944, en el texto la Dialéctica de la Ilustración de Adorno y Horkheimer, clasifican a los medios de comunicación como Industrias culturales; pues a su juicio eran los medios los que lograban sintetizar el cambio radical que se estaba produciendo en la forma de producción y en la configuración de la cultura a través de dos nuevos fenómenos: por un lado, la expansión del mercado cultural y, por otro, la cultura de masas.
Adorno y Horkheimer argumentaban que el modo de producción cultural era similar a la vía que tenían otras industrias que manufacturaban bienes de consumo; ello convertía la cultura en una operación estandarizada, repetitiva y rutinaria.
Tras los estudios culturales británicos y norteamericanos en la década de los setenta el concepto de Industrias culturales cobró una nueva acepción más vinculada a la reacción de las audiencias en la cultura de masas buscando los aspectos liberadores de los receptores y el consumo cultural.
            Hoy nos queda claro que los medios influyen poderosa y sutilmente en la configuración de valores, visiones, procesos de socialización, identidad, ámbitos históricos, religiosos, territoriales, étnicos, de género y homogeneización de pautas culturales.
Ahora bien, si es a través de la comunicación que se crean significados compartidos hay que dar cuenta del poder de las industrias culturales y el modo como junto con la globalización han impactado en las mezclas culturales, ideológicas y sociales, derivando en hibridaciones que van más allá de lo mediático. Eso es justo lo que permite el libro Industrias culturales en México: Reflexiones para actualizar el debate de la Dra. Delia Crovi Druetta.
El libro conjunta 15 ponencias de destacados investigadores de la comunicación, presentadas durante el 2010 y el 2011, en el seminario permanente “Industrias culturales en México” desarrollado como parte de las actividades del Proyecto PAPIME PE-300910 financiado por la Dirección General de Asuntos del Personal Académico de la Universidad Nacional Autónoma de México.
            La multiplicidad de miradas que exploran a lo largo del texto y actualizan el debate iniciado por la Escuela de Frankfurt, nos permiten dar cuenta de cómo hoy las  industrias culturales tienen una doble naturaleza, ya que por un lado son un sector de la actividad económica perfectamente identificable y con características propias capaces de agregar valor económico y social a todas las naciones y por otro, son actividades que se desarrollan en base a creaciones originales y artísticas que combinan la producción y comercialización de contenidos que son intangibles y culturales en su naturaleza.
            Así tenemos que las industrias culturales: 1) agregan valor económico y social; 2) son una forma de conocimiento; 3) fomentan la innovación, producción y comercialización; 4) promocionan y mantienen la diversidad cultural; 5) aseguran el acceso democrático a la cultura; 6) contribuyen con empleos y al Producto Interno Bruto; y 7) son portadoras de identidad, valores y sentido.
            Los textos que nos presenta la obra coordinada por la Dra. Crovi nos permiten profundizar en el ciclo de vida sustentado en el consumo de bienes culturales tales como la televisión, la telefonía móvil, los videojuegos, el cine, los medios digitales, los periódicos, la música y la publicidad.
Los autores a lo largo de sus valiosos trabajos de investigación, identifican desde el proceso creativo hasta los modos de producción, fabricación, difusión, comunicación, transformación, exposición, distribución, adquisición y reproducción de estas importantes industrias culturales.
             Un gran aporte de este texto es que se permite identificar un nuevo entramado que se da entre las industrias creativas, las mediáticas, las del entretenimiento y el sector cultural. Entrecruce, al parecer, olvidado por muchos analistas en la materia.
            El abordaje teórico analítico presentado por el capítulo elaborado por la Dra. Florance Toussaint ahonda, por una parte, en la evolución de las industrias de la cultura desde 1980 hasta el año 2010. Mientras que el texto de Gaetan Tremblay y Peierre Moeglin sobre las industrias culturales y políticas en torno a la creación y a su régimen de propiedad intelectual, dialoga en perfecta concordancia con el análisis hecho por la misma Delia Crovi sobre las estrategias y políticas gubernamentales en torno las industrias culturales en México.
            La Dra. María de la Luz Casas, explora en su capítulo, el futuro nacional a partir de la alta concentración que existe en nuestro sistema de medios. Así nos desdobla el registro histórico desde la modernización acelerada (1950), hasta los años del desencanto y la esperanza (2011) pasando por los actores que participaron en la transición democrática y la intervención de los medios en el espacio público.
            El Dr. Raúl Trejo Delarbre, en ese mismo tenor nos presenta el paisaje de la televisión mexicana y la centralización y concentración mediática que termina afectando la vida pública, la democracia y el pluralismo de un país. En su texto encontrarán referencia a los abusos y fallos en el sistema de regulación, las responsabilidades de los estados, los monopolios y desigualdades.
            Para cerrar las vacilaciones del modelo televisivo mexicano, la Dra. Crovi, nos ubica en el contexto de la transición hacia la televisión digital terrestre. Anticipándose a las discusiones que hoy vivimos vinculadas con la Reforma Constitucional en materia de telecomunicaciones, ella pone en la mesa de discusión los aspectos derivados de los operadores dominantes, la necesidad de renovación de las bases jurídicas, el poder instituido desde la mediatización de la política y la falta de pluralidad en la oferta de contenidos.
            Con el capítulo del Dr. Gabriel Pérez Salazar se adentra la reflexión en las industrias culturales en la era digital. Nos habla de las nuevas plataformas como medios de distribución y consumo y las estrategias contrahegemónicas de apropiación que se dan entre los nuevos usuarios.
            Dos textos particulares, el de María Elena Meneses y el de Jerónimo Repoll profundizan en la industria periodística y los diarios gratuitos en México. Así se explora el periodismo convergente, los sectores estratégicos, las transformaciones laborales, la conformación de grupos multimedios, la crisis de contenidos, la escasez de diversidad, el nuevo ecosistema mediático, la competencia y proximidad, así como los nuevos espacios de recepción.
            De igual forma Antulio Sánchez y Jorge Fernando Negrete Pacheco, habrán de explorar, cada uno en sus capítulos, el impacto de las nuevas tecnologías en la industria musical. El tratamiento de los monopolios, los derechos de autor, las ventas, los ingresos, las políticas culturales, la piratería y el copyright, se convertirán en referentes obligados para quienes investigan esta industria.
            Las nuevas industrias culturales como lo son la telefonía móvil y los videojuegos son analizados por Jorge Bravo y José Ángel Garfias respectivamente. Ambas industrias las circunscriben en el corazón de las multiconvergencias. Sus textos resultarán de gran interés para quienes debaten si son o no industrias culturales. Sus trabajos incorporan a la era digital, la discusión de la economía política de las industrias culturales. Tecnología, creatividad, información, relaciones sociales, modos de producción y apropiación se entretejen en la era de la información en estos dos nuevos sectores.
            La industria cinematográfica es revisada por Marta Fuertes quien nos presenta una evolución de las políticas culturales y de mercado que nos permiten entender la construcción de la estructura cinematográfica nacional actual.
            Finalmente, Dan de Jesús Delgado, incorpora a la discusión de las industrias culturales a la industria publicitaria. En su capítulo se analiza la conformación y renovación del sector, la dimensión creativa y creadora de significados comunes que no puede dejarse de lado siendo la industria que soporta al resto de las otras industrias.
Por tanto, el trabajo de compilación hecho por la Dra. Delia Crovi, da cuenta que la relación entre cultura y economía no sólo es conceptual, sino también histórica, práctica y significativa.
Este profundo trabajo de revisión sociohistórica ayudará a investigadores y a académicos a visualizar cómo las industrias culturales se digitalizaron, consolidaron, desregularon y globalizaron. Cómo las fuerzas del mercado “liberaron” al sector de las telecomunicaciones y forzaron a los gobiernos a achicar el gasto, hipercomercializar y eliminar subsidios, favoreciendo la privatización de las comunicaciones y las industrias culturales.
            De igual forma permitirá a los estudiosos en el tema a comprender que: 1) se digitalizaron la mayor parte de los servicios de telecomunicaciones; 2) se vivió una acelerada carrera hacia la convergencia y migración tecnológica; 3) se expandieron los mercados, evolucionaron los precios, las inversiones y las dinámicas económicas del sector multimediático y de las industrias creativas, culturales y de entretenimiento; 4) se favoreció la economía de escala; 5) se abrieron nuevos circuitos de distribución; 6) se generaron y homologaron estándares y protocolos de producción, calidad e interconexión; 7) se dieron reformas legales que generaron superposición e inestabilidad entre los organismos de control mediático; y 8) se aceleraron los procesos de privatización y concentración de los medios de comunicación.
            Sin duda este libro ofrece a muy diversos públicos una gran panorámica de los factores que han contribuido a que las actuales industrias culturales se reordenen en una nueva geopolítica de la información y el entretenimiento.
Gracias al trabajo de estos 15 autores podremos identificar los elementos que favorecieron la conformación de gigantescos grupos y conglomerados de medios, así como la suma de circunstancias que se adicionaron al desarrollo del sector mediático y cultural en nuestro país.
            Este texto es una invitación para romper con la escasa y casi nula discusión pública y ciudadana que se hace del tema en la materia. Espero que sirva de pretexto para que más académicos discutan y sigan reactualizando el debate de los medios y las industrias culturales como el más importante vehículo de construcción de sentido que tiene la sociedad contemporánea.

            

Post Top Ad

Responsive Ads Here