María del Carmen García Galera y María Rosa
Berganza Conde (2005) retoman al sociólogo Robert Park y su planteamiento del
científico social comparado con el de un superreportero para dar cuenta de la
cuestión del método más allá de la preocupación por los principios. En dicho
ejercicio reflexivo manifiestan la necesidad de un método de trabajo
sistemático, riguroso, fiable, válido a la hora de observar, relacionar,
verificar y ponderar lo observado ya sea mediante las encuestas, experimentos
sociales, el análisis de contenidos, el análisis del discurso, las formas de
uso y procesamiento de la información o las búsquedas documentales.
En
la comparación parkiana entre ciencia y periodismo incluyen la práctica del
periodismo de precisión[1]
y la noticia[2]
profundizando en la noción de verdad, las posiciones desde dónde buscan los
profesionales de los medios y los intereses de los observadores presentando así
la teoría del framing o del encuadre.
Dicha posición nos ofrece, por síntesis expresa elaborada por McQuail cuatro
tipos de teorías relativas a enunciar:
- La basada en un saber operativo:
una serie de normas más o menos explícitas que gobiernan el trabajo de los
medios
- Fundamentadas en el sentido común:
cimentada en un tipo de conocimiento sobre los medios que todo el mundo
llega a adquirir por el contacto que tiene con ellos como consumidor
- Teorías de carácter normativo:
estructuradas en el cómo deben operar los medios y sus funciones.
- Teorías científico-sociales:
resultado del análisis sistemático y aplicando el análisis científico a la
naturaleza, funcionamiento, labor y efectos de los medios. (García Galera,
Berganza Conde, 2005)
Ante ello viene el
cuestionamiento ¿cómo aplicar el método científico a la comunicación mediática?
¿Qué implicaría propiamente hablando? Por un lado, como señalan Igartua y
Humanes, el análisis de los procesos de producción, transmisión y recepción de
contenidos simbólicos de los medios, así como la averiguación sistemática,
controlada, práctica y crítica sobre proposiciones hipotéticas acerca de la
supuesta relación entre fenómenos mediáticos observados.
Sin lugar a dudas, el
estudio sistemático de la comunicación mediática exige un método; mismo que deberá
cumplir con cinco características:
- Que
la investigación científica sea pública y trasferida libremente.
- Que
sea objetiva y que el investigador respete las reglas explícitas y los
procedimientos.
- Que
sea empírica y conecte los conceptos abstractos con el mundo empírico a
través de la observación.
- Que
sea sistemática y acumulativa.
- Que
sea predictiva de comportamientos y acontecimientos..
Es importante notar que
para construir conocimiento científico se tienen que considerar varios
elementos, entre ellos:
·
los modelos como
simplificaciones de la realidad teniendo varias categorías: materiales,
formales, orgánicos, formales, gráfico, matemáticos y funcionales.
·
La pluralidad metodológica que
tiene como vías de acceso diversas perspectivas: la histórica, la comparativa[3],
la crítico-racional[4],
la cualitativa y la cuantitativa
·
Las técnicas cuantitativas y
cualitativas. Las primeras tratarán de resumir la realidad a números
enfocándose en la búsqueda de causalidades y la validación teórica, describirán
la población y las relaciones causales entre las variables identificando
tendencias, dispersiones y la interacción entre más de dos variables; mientras
que las segundas recogerán el significado de las acciones de los sujetos
captando sus motivaciones, intereses, acciones y tipos de interacción.
·
La triangulación que implica el
uso de diversos tipos de métodos, pudieran darse en varias formas: 1) Triangulación
de datos; 2) De investigadores; 3) Teórica; 4) Metodológica. Pudiéndose aplicar
a la medición múltiple de un concepto o a la múltiple contrastación de
hipótesis.
·
La inducción y deducción. Se
identifican dos tipos de inducción, la esencial[5]
o abstractiva y la empírica[6].
·
La validez y fiabilidad. Referida
a los instrumentos de indagación de la realidad y se identifican cuatro tipos:
1) la validez externa; 2) la interna; 3) la estadística y la de constructo.
Finalmente el texto da
cuenta de las principales áreas en las que se ha centrado la investigación
mediática: los emisores, los medios, los contenidos, las audiencias y los
efectos.
La investigación en
comunicación tiene una tarea pendiente con la profundización metodológica en el
método, la identificación de fenómenos y su validación. La
interdisciplinariedad, la mezcla metodológica, la consideración de todos estos
elementos es fundamental para la universalización de los resultados y no caer
en una extensión periodística de la actividad del investigador en comunicación
aplicada.
El trabajo de
investigación doctoral contempla la implementación de estas herramientas
metodológicas y su operacionalización.
Referencias:
García Galera, Ma. Del C. y Berganza Conde,
Ma. R. (2005). “El Método científico aplicado a la investigación en
Comunicación mediática” en Berganza Conde, Ma. R. y Ruiz San Román, J. A., Investigar en comunicación. Madrid,
España: Mc Graw Hill
[1] El que aplica métodos empíricos de investigación científica, de
carácter numérico dando énfasis a la validez y fiabilidad del método de
análisis por encima de la espectacularidad de los resultados.
[2] Como “forma de conocimiento a medio camino entre el conocimiento
científico y el común” (García Galera y Berganza Conde, 2005: 21)
[3] El método implica el examen de dos o más objetos que tienen algo en
común y algo diferente. Se identifican tres niveles: 1) colección y
articulación sistemática de datos; 2) los esfuerzos por influir sobre las
instituciones; 3) la clasificación y organización de programas ad hoc de
recogida de datos.
[4] Implicaría ir más allá de los hechos, penetrar en el mundo de los
valores ejerciendo una crítica sistemática de fines.
[5] Basada en el descubrimiento realizado por el intelecto en unión con
la experiencia.
[6] Que comprende la generalización de un hecho repetido por la
naturaleza no siendo evidente la conexión entre sujeto y propiedad.