Jorge Alberto Hidalgo Toledo
Las
reflexiones sobre la posmodernidad bajo la óptica de Jameson se limitan a dos
conceptos base el te pastiche y el de esquizofrenia, lo que lo llevan a ubicar
más la posmodernidad como un periodo que como características estilísticas
definidas.
La
posmodernidad pareciera entrar en vigor bajo las democracias participativas,
autonomía democrática, la tercera revolución industrial,
neoliberalismo-globalización, fin del estado-nación y el neo imperialismo.
Lo
moderno, parece ser sólo un punto de partida, el mero entrono tácito de
cualquier nueva creación; mientras que la posmodernidad se caracterizaría, por
esta aceptación desprejuiciada de lo plural, por una tendencia a desjerarquizar
las diferentes tendencias o personalidades.
Hay
una perdida la confianza en la unidad teológica sustancial de la modernidad,
quedan como flecos sueltos, los ingredientes que la componían, codeándose, en
un plano de igualdad, con corrientes historicistas y academicistas que siempre
estuvieron al margen de las vanguardias. La gran historia se disuelve en muchas
historias microscópicas. El objetivo no es ya tanto la verdad como la
verosimilitud, la adecuación a las reglas del juego. La historia hoy se afirma
como relato y por este camino se acerca al único mundo que no discrimina la
ficción frente a la realidad: el arte.