Algunos dicen que Internet no debió haber ocurrido - Hipermediatizaciones: Hiperconexiones y remediaciones entre signos y palabras

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Textos especializados en Comunicación Digital, Ciencias Sociales, Literatura, Poesía, Humanidades Digitales y Culturas Juveniles. Sitio personal del Dr. Jorge Alberto Hidalgo Toledo, Expresidente de la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación, AMIC y Ex presidente del Consejo Nacional para la Enseñanza y la Investigación de las Ciencias de la Comunicación.

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sábado, 26 de abril de 2014

Algunos dicen que Internet no debió haber ocurrido

Jorge Alberto Hidalgo Toledo


Internet, ese fabuloso vehículo de comunicación bidireccional, descentralizado y más autorregulado que censurado y que ha permitido el comercio global, la comunicación sin fronteras y el conocimiento colaborativo, al igual que muchos medios, cuenta con un origen aún más sorprendente que su propia naturaleza.
Sustentado en las concepciones teóricas del Mito fundacional[1] y la ruta de la creación[2] posee como todo buen mito, en su estructura de actantes, a héroes solitarios y visionarios emprendedores que supieron conectar computadoras a una gran red de beneficios generando una matriz de conocimiento similar a la biblioteca de Alejandría.
Pese a que todo apuntaba para que no pudiera nacer, Internet es el resultado de la perseverancia, las negociaciones y una cadena de sucesos interrelacionados que permitieron en modo articulado, sentar las bases para su origen. Su historia y evolución es producto de una serie encadenada de accidentes fortuitos. La búsqueda de una red que no pudiera ser controlada por el enemigo (militar); la curiosidad y los esfuerzos comerciales de un grupo de emprendedores; y los fallidos intentos de control y manipulación de los gobiernos; gestaron en su conjunto un remarcado y robusto mito al rededor de esta tecnología que es un ejemplo claro de la ruta de la dependencia y la creación.

El origen
La historia de Internet comienza en 1960 cuando el ingeniero en psico-acústica del MIT, J. C. R. Licklider se convirtió en un fanático tecnológico y publica los textos Man-computer simbiosis (1960) y The computer as a communication device (1968). Licklider tuvo la idea visionaria de una librería del futuro y una red intergaláctica de computadoras (1965). Estas ideas lo llevaron a encabezar la Oficina de Técnicas del Procesamiento de la Información (Information Processing Techniques Office, IPTO) del departamento de Defensa.
Fundada por el Departamento de la Defensa, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada (Advanced Research Projects Agency, ARPA) y apadrinada por un grupo de administradores que realmente confiaban en el proyecto, se estructura la primera conexión de equipos de cómputo. Los trabajos de Licklider y otros investigadores florecieron al encontrarse al margen de las políticas de revisión de pares y el control permanente de las autoridades. ARPA logró crear centros de excelencia en universidades como MIT, Stanford y SRI Internacional favoreciendo que las mentes más brillantes de la nación americana trabajaran en sus laboratorios persiguiendo un mismo fin.
La red sobrevivió gracias a la dedicación y persistencia de una comunidad sustentada en una filosofía meritocrática abierta. Muchos de esos principios son los que hoy soportan varias de las formas más vitales de la innovación tecnológica como lo son el software de código abierto (Linux, Firefox), el acceso libre al conocimiento (Wikipedia) y las redes sociales (Facebook y Twitter).
En la misma década de los sesenta, Paul Baran en la Empresa RAND previó el envío de paquetes de información en modo descentralizado para evitar la decapitación de la red durante la guerra. Donald Davies trabajaba en un desarrollo similar para construir una red civil financiada por el British National Physical Laboratory. Las ideas estaban en el aire y fue la interconexión de éstas lo que permitió que Larry Roberts, jefe de proyecto de ARPA, las descubriera. Bolt, Beranek y Newman (BBN), fueron los que ganaron el contrato para poner en red todos los laboratorios de ARPA. Fue el equipo de la BBN los que desarrollaron la Interfaz Procesadora de Mensajes (Interface Message Processor, IMP) hoy conocida como ruteador; es decir un codificador y decodificador de paquetes de información. Se empleó para la conexión de las computadoras la línea telefónica, lo que permitió que en 1969 se articularan cuatro laboratorios de ARPA; dos años más tarde se expandió por el continente y en 1973 existían 40 nodos con enlaces satelitales a Hawaii y Noruega. Curiosamente, la fantasía de una sola computadora sirviendo a todo el país nunca se materializó.
A principio de la década de los setenta, Robert Kahn y Vint Cerf, conocidos como los padres de Internet, desarrollaron el protocolo de internet (TCP/IP, Transmission Control Protocol and Internet Protocol) que fue realmente lo que permitió la enlazar las computadoras de múltiples redes. A la par del desarrollo del protocolo TCP/IP, la International Standards Organization (ISO) habían desarrollado el protocolo Open Systems Interconnection initiative X.25 (OSI); no obstante los esfuerzos de la estructura burocrática de ISO, la apropiación del TCP/IP por parte de empresas como Sun Microsystems forzaron a la modificación del protocolo. Este fue el primero de los grandes logros: la inteligencia venciendo a las corporaciones.
         Es en 1980 cuando, gracias a la negociación internacional de estándares y protocolos permitió la recentralización de la red y ponerla a disposición del control gubernamental. Dichos protocolos fueron desarrollados por el Network Working Group bajo la lógica de solicitud de comentarios. Esta discusión colaborativa permitía avances rápidos, robustos y consensuados.
         Los primeros productos de la internet: correos electrónicos y grupos de noticias estaban empapados de esta filosofía liberal, meritocrática y de gran libertad de expresión fue ampliamente celebrada por la contracultura.
         En la década de los noventa se dio la coronación de Internet gracias a la World Wide Web que permitió a millones su acceso al conocimiento humano.
         Paul Edwards hace ver la imposibilidad del surgimiento de Internet por el trabajo solitario emprendido por sus creadores ya que ninguna compañía estaba dispuesta a financiar un proyecto que en su propia naturaleza minaba los intereses de las grandes corporaciones colocando en el centro a los individuos.
         Sin embargo, gracias al prolongado financiamiento dado desde ARPA se pudo crear una red computacional libre de restricciones, formas centralizadas y controlada por compañías que tienden a frenar la innovación con tal de proteger su capital.
         En síntesis, ¿cuál fue el contexto de desarrollo de Internet? Además del trabajo de científicos brillantes trabajando durante décadas por desarrollar aplicaciones y protocolos, Internet fue posible gracias al ambiente computacional de la época y a las profundas creencias sobre el impacto que la tecnología y el trabajo en red generarían en la economía.
Es importante aclarar que la historia de Internet no es la prueba de un determinismo tecnológico sino la articulación de varios elementos que estructuraron este mito poderoso. Tales accidentes entrelazados son:
1)             Las motivaciones en conflicto entre usuarios y productores;
2)             Los incentivos financieros y sociales que produjo la adquisición tecnológica y la incorporación de las computadoras en el mercado laboral;
3)             Las visiones y principios contradictorios a los diseñadores de ARPANET;
4)             El asombroso paralelismo entre internet y las primeras tecnologías de trabajo en red;
5)             La ley de Moore[3];
6)             La ley de Grosch[4] y la promesa del ahorro de tiempo;
7)             La reducción de costos de los equipos para tener computadoras personales;
8)             La distribución extensiva de la red y el enfoque de Greenberg[5] y los nodos centrales;
9)             La aparición de los burós de servicio de cómputo de IBM, General Electric y University Computing Company (UCC), TYMNET, CYBERNET, CompuServe que homogeneizaron la red y la economía modificando el modelo del uso informacional por el de producto de consumo.
10)         El desarrollo de protocolos (FTP/IP, ASCII) para el intercambio de información y comunicación multiplataforma
11)         El desarrollo del correo electrónico, los grupos de noticias Usenet, listas de correo, el sistema de tablero de avisos y el uucpp (Unix to Unix Copy) como un impulsor del fenómeno ARPANET.
12)         El desarrollo de aplicaciones y servicios con fines corporativos y comerciales.
13)         La aparición de la red académica BITNET en 1981 empleando el correo electrónico, las listas de correo, transferencias de archivos, mensajería instantánea.
14)         La publicación de la novela Neuromante de William Gibson y su concepto de ciberespacio en 1984.
15)         El que Unix se convirtiera en el estándar de sistemas de cómputo académico y de centrales de trabajo.
       La historia de internet guarda un fuerte paralelismo con la historia de la tecnología; siguen todas las historias de los medios un patrón similar: Inician con un sistema propietario, incompatible y muy competido. Posteriormente alguien crea una alternativa o puerta de enlace que facilita que estos sistemas interactúen en modo de red. Finalmente redes incompatibles conforman una red. Este proceso no es producto de la tecnología per se; sino por la demanda de los usuarios que frecuentemente encabezan el proceso a través de innovación directa y por su cuenta.
       Las puertas de enlace, que no son otra cosa que convertidores que conectan los sistemas incompatibles, son la clave para la transición de sistemas a redes. Los convertidores implican la creación de estándares, reglas, leyes, instituciones y lenguajes.
       La historia de las computadoras siguió dicho patrón; inicialmente las computadoras fueron meras calculadoras; con el paso de los años, las personas empezaron a conectarlas, el resultado fue la configuración de una red. La historia es el paso del sistema a la red, y de la red a la web. Internet es verdaderamente una revolución; el producto de un esfuerzo generacional de miles de brillantes y dedicadas personas. En la lógica común, no debería haber ocurrido; sin embargo, a pesar de su dificultad, su nacimiento por complejo que resulte fue totalmente inevitable.
       Lo que favoreció el desarrollo, en primer lugar, es que en su mayoría los diseñadores de computadoras, también eran usuarios comprometidos; que resolvieron todos los problemas de usabilidad, generando entre ellos un círculo virtuoso en el que los programadores seguían buscando nuevas formas de mejorar el desempeño de las computadoras. La segunda gran razón se encuentra en la ley de Moore que ha permitido computadoras más pequeñas y baratas.
       Las computadoras son máquinas del lenguaje al igual que las personas. Nuestra característica más humana, nuestra necesidad de comunicar cualquier cosa, todo el tiempo, tarde o temprano hubiera producido una red galáctica como aquella en la que estamos soportados hoy en día (Edwards, 2010).

Referencias:
Edwards, P. (2010) Some say the internet should never have happened en Russell Neuman, W. (Ed.), Media, Technology and society: theories of media evolution. Draft Manuscript, Michigan: University of Michigan Press
Russell Neuman, W. (2010) Theories of media evolution en Russell Neuman, W. (Ed.),  Media, Technology and society: theories of media evolution. Draft Manuscript, Michigan: University of Michigan Press



[1] Todas las historias requieren de héroes; la Historia, como toda narrativa, también. Las generaciones pasan su saber acumulado a los sucesores en un formato fácil de recordar: la narrativa. La historia de los medios también puede ser vista como una tradición de heroísmos; y es que detrás de toda innovación exitosa el esfuerzo del hombre es reconocido como un triunfo, y el triunfador, como alguien que se eleva por encima del común de las personas. En la concepción teórica del mito fundacional los héroes son ese segmento exclusivo de la esfera pública que abandera la innovación, la competencia y el emprendedurismo. En esa categoría se incluyen a inventores, innovadores, inversores, funcionarios públicos perspicaces, defensores de la política, investigadores, filósofos y emprendedores. Los villanos pasan a ser los las escépticas fuerzas conservadoras que protegen enérgicamente sus utilidades; así como todos los que se resisten al cambio. El mito fundacional termina siendo una creación de narrativa heroica a posteriori para explicar algún fenómeno; en este caso, el de internet.  (Neuman, 2010)
[2] El modelo de la “ruta de la dependencia” al implicar una visión determinista y de concentración política y económica más que de un bloqueo técnico es re-conceptualizado por Neuman y Edwards como una “ruta de la creación” que marca la dirección de la innovación encauzada por circunstancias históricas, las actuales capacidades técnicas y por las decisiones que terminan sesgando a otras.  (Neuman, 2010)
[3] Articulada en 1965, predecía que el número de transistores en un chip de silicio se duplicaría aproximadamente cada 24 meses.
[4] Herbert Grosch, de la Universidad de Columbia, afirmó: “El desempeño de una computadora varía al cuadrado de su precio” y “el costo promedio de las computadoras desciende al cuadrado del poder del sistema”. La ley de Grosch desplegó dramáticamente la economía de escala de las computadoras. “Duplica tu sistema de cómputo y podrás adquirir cuatro veces más poder” afirman los seguidores de Grosch. El pensamiento de Grosch estuvo presente en la literatura científica hasta entrados los 80. Se pensaba que la centralización ahorraba dinero y que entre más se tuviera mejor.
[5] Los usuarios interactúan con computadoras centrales compartiendo programas, librerías de recursos e información vía computadoras centrales.

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