Notas sobre la posmodernidad explicada a los niños de J-F. Lyotard - Hipermediatizaciones: Hiperconexiones y remediaciones entre signos y palabras

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Textos especializados en Comunicación Digital, Ciencias Sociales, Literatura, Poesía, Humanidades Digitales y Culturas Juveniles. Sitio personal del Dr. Jorge Alberto Hidalgo Toledo, Expresidente de la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación, AMIC y Ex presidente del Consejo Nacional para la Enseñanza y la Investigación de las Ciencias de la Comunicación.

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sábado, 3 de mayo de 2014

Notas sobre la posmodernidad explicada a los niños de J-F. Lyotard

Jorge Alberto Hidalgo Toledo    


El arte actual está viviendo un momento de relajamiento y experimentación, realismo y subjetividad.

    Se está viviendo la transvanguardia, el posmodernismo y reina el terror en el uso del lenguaje.

    Posmodernismo, con sus juegos y sus fantasías, no sirve de contrapeso al poder.

     Habermas: “Si la modernidad ha fracasado, ha sido porque ha dejado que la totalidad de la vida se fragmente en especialidades independientes abandonadas a la estrecha competencia de los expertos, mientras que el individuo concreto vive el sentido “desublimado” y la “forma desestructurada” no como una liberación sino en el modo de ese inmenso tedio”.

     Según Albrecht Wellmer, se está viviendo una parcelación de la cultura y su separación con respecto a la vida.

    Habermas reclama a las artes que sean capaces de tender un puente por encima del abismo que separa el discurso del conocimiento, del discurso de la ética y la política, hacia la unidad de la experiencia.

     Existen muchos reclamos en nombre del posmodernismo.

     La más apremiante es la liquidación de la herencia de las vanguardias.

     Se está viviendo el eclecticismo más cínico.

     El capitalismo tiene por sí solo tal poder de desrealizar los objetos habituales, los papeles de la vida social y las instituciones, que las representaciones llamadas “realistas” sólo pueden evocar la realidad en el modo de la nostalgia o de la burla, como una ocasión para el sufrimiento más que para la satisfacción.

     Lo industrial y mecánico vinieron a sustituir la destreza de la mano y el oficio no era en sí mismo una catástrofe, salvo si creemos que el arte, es, en su esencia, la expresión de una individualidad genial que se sirve de una competencia artesanal de élite.

     Se cuestionan  las reglas, los medios de engañar, seducir y resguardar.

     La pornografía se convirtió en un modelo general para las artes de la imagen y de las narraciones que  no valoran los medios.

    La pregunta estética no es: ¿qué es lo bello? Sino ¿qué sucede con el arte?

    El realismo evita la cuestión de la realidad, se encuentra en una posición situada entre el academicismo y el kitsch.

    El reclamo de realidad, es decir, de unidad, simplicidad, comunicabilidad.

    El eclecticismo es el grado cero de la cultura general contemporánea.

     El arte halaga el desorden que reina en el gusto del aficionado. El artista, el galerista, el crítico y el público se complacen conjuntamente en el qué-más-da.

     A falta de criterios estéticos, sigue siendo posible y útil medir el valor de las obras por la ganancia que se puede sacar de ellas.

     La investigación artística está amenazada por la política cultural y por el mercado del arte y del libro.

     Las artes oscilan entre lo mecánico e industrial.

     Existe una relación entre tecnociencia, economía capitalista.

     No hay industria sin la refutación del corporativismo, del mercantilismo y la fisiocracia.

     La estética de los sublime encuentra el arte moderno su fuete y la lógica de las vanguardias su axioma.

    Los sublime tiene lugar cuando la imaginación fracasa y no consigue presentar un objeto que venga a establecerse de acuerdo con un concepto.

    Es arte moderno el que consagra su pequeña técnica a presentar qué hay de impresentable.

    La vanguardia se caracteriza por la desrealización y desublimación.

     Una obra no puede convertirse en moderna si, en principio, no es ya posmoderna.

     En la posmodernidad se inventan nuevas reglas.

     La estética moderna es una estética de los sublime, pero nostálgica. En la posmodernidad reina el consuelo y el placer:el placer de que la razón exceda toda presentación, el dolor de que la imaginación o la sensibilidad no sean a la medida del concepto.

    Lo posmoderno es aquello que alega lo impresentable y en la presentación misma.

    No está gobernado por reglas establecidas y no puede ser juzgado.

    La obra y el texto tienen las porpiedades del acontecimiento.

     Los metarrelatos son aquellos que han marcado la modernidad: emancipación progresiva de la razón y de la libertad, emancipación progresiva o catastrófica del trabajo, enriquecimiento de toda la humanidad a través del progreso de la tecnociencia capitalista.

     El metarrelato es la narración que tiene función legitimante o legitimatoria.

     Su decadencia no impide que existan millares de historias, pequeñas que continúen tramando el tejido de la vida cotidiana.

1.      La noción de bricolage donde abundan los elementos tomados de estilos o periodos anteriores, comprendiendo lo post como una sucesión, una secuencia diacrónica de periodos. Se sigue con la cronología lineal.

2.      Implica la decadencia o declinación en la confianza en el principio de progreso.

3.      Entender lo postmoderno no como un movimiento de repetición, sino un proceso de análisis, de anamnesis, de anagogía y de anamorfosis, que elabora un “olvido inicial”.

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