Yo soy yo y mis preguntas

(El paso del mito al logos)

Jorge Alberto Hidalgo Toledo

EL ORDEN DEL LABERINTO

(INTRODUCCIÓN)

Cuando nos remitimos a los inicios del pensamiento no podemos dejar de lado las consideraciones hechas por el filósofo español Jesús Mosterín:  “Al tiempo que el pensamiento simbólico nos permite solucionar problemas reales, nos permite también enredarnos en pseudoproblemas, extrapolando a lo invisible y lo remoto pautas de preguntas y de respuestas que hemos aprendido a usar para lo visible y lo próximo”. De ahí que de pronto nos preguntemos o nos enredemos, como hiciera en su momento el hombre griego: ¿qué es aquello que se encuentra detrás de todo cuanto veo?

Puede parecernos interesante esquematizar cómo es que el hombre, en los albores de la cultura llegó a dar a respuesta a dicha pregunta. Sin embargo, me cuestiono: ¿cómo es que el hombre llegó a tan elevada estructuración mental?, ¿en qué momento y bajo qué condiciones significó el hombre su realidad y después, cómo y por qué cuestionó lo que él mismo había dotado de significado?

Preguntar por el mundo, por lo otro, es romper la barrera del yo, es darnos cuenta que podemos tender un puente (conocimiento(?)) entre nosotros y la realidad. Entonces, ¿por qué dejó de ser suficiente la relación esencial-existencial, para dar explicación a lo que nos rodea? ¿Acaso en esta ruptura encontramos el origen mismo del pensamiento? 

José Rubén Sanabria en aras de ofrecernos una respuesta, afirma en su texto Filosofía del hombre que el “conocimiento es un modo que tiene el hombre de relacionarse con la realidad”  y que fueron los griegos quienes lo advirtieron.

Respuestas, soluciones, relaciones… Veamos pues cómo es que el griego arcaico intenta reordenar el mundo para que como expone Xirau dé un “sentido a su ser”. Notemos la evolución en la construcción del pensamiento filosófico y cómo fue que el hombre dio forma a su universo, en función de las preguntas que se le fueron develando.

FILÓSOFO	MITO	DIVINIDADES	RAZÓN	ORIGEN	MUNDO	HOMBRE
Minos	Minotauro, Palacio de Cnosos, Teseo, Ariadna: Establecimiento de un orden racional, una forma de vida que ya no dependa de los monstruos y de los sacrificios primitivos.	Zeus: mezcla de 2 divinidades; por un lado, dios de los conquistadores helenos que gobierna a la luz y al cielo; por otra, dios mediterráneo, hijo de los titanes y de las potencias terrestres.	Búsqueda de un espíritu ordenador y preciso que, ante un fenómeno inexplicable, tratan de dar una explicación congruente capaz de ser entendida por todos los hombres. Al poner orden al laberinto, pusieron orden a las creencias religiosas de los pueblos que encontraban a su paso.	Los héroes míticos cuyo origen es divino.
Homero	Monte Olimpo: es una esplendorosa claridad, un amanecer a la nueva luz. Escudo de Aquiles: concepción clara del mundo, presidida por los dioses olímpicos que, en sus regiones celestiales, prolongan y actúan las disputas de los hombres. La geografía se integra al pensamiento mitológico y el nuevo orden responde a las acciones, vicios y virtudes humanas.	Zeus, dios supremo de todos los dioses. En la Odisea, consejero sabio de los dioses y de los hombres. Los griegos de la época han sustituido la multiplicidad de los dioses locales por una serie de divinidades que se parecen, idealizadas, a la propia aristocracia homérica gobernada por un rey.		El origen de todas las cosas está en el océano; padre de todas las aguas, “todos los ríos, todos los mares, todas las fuentes, todos los pozos profundos”.	Es un  mundo de orden, armonía y gracia. Tiene por centro a Grecia.	El heroísmo es la principal virtud y transforma a los hombres en semidioses.
FILÓSOFO	MITO	DIVINIDADES	RAZÓN	ORIGEN	MUNDO	HOMBRE
Hesíodo	Imagen del Caos y de Eros como el que rompe las fuerzas. Es la base de toda creación, la fuerza misma que es energía creadora tanto entre los dioses como entre los hombres.	Zeus ordena atender a la justicia y olvidar la violencia. Escribe Teogonía, o génesis de los dioses, ofreciendo una metafísica poética.	La justicia no debe confundirse con el derecho del más fuerte. Separa entre la existencia de hecho y la existencia de derecho. El valor supremo es la justicia.	El origen fue Caos. La posibilidad precede a la realidad, lo informe da lugar a la forma, lo indefinido está antes de lo definido.	Define los ideales de la vida humana, basada en el trabajo y en la fidelidad a la ley y se pregunta sobre los principios de las cosas, el sentido y el origen del mundo.	A él se le confiere la justicia, el más alto de los bienes.  Distingue entre lo humano, guiado por la ley, y lo animal, llevado por la fuerza. Hecho a imagen y semejanza de las divinidades. Enuncia 5 edades: Oro (paraíso helénico, espiritual e inmutable); Plata (Desvalidos y sin inteligencia); Bronce (violentos y robustos); Semidioses (justos, virtuosos y heroicos); Hierro (lamentaciones).

FILÓSOFO	MITO	DIVINIDADES	RAZÓN	ORIGEN	MUNDO	HOMBRE
Tales	Mantiene la idea mitológica de la Tierra que se encuentra en la descripción del escudo de Aquiles.	Sus divinidades están vinculadas con los efectos del magnetismo y simbolizan a las fuerzas activas de la naturaleza. En cierta forma es un espiritualismo.	Funda la filosofía en Grecia por el género de pregunta que se plantea.	Se pregunta por el origen de todas las cosas. Es el primero en hacerlo. Busca un principio físico y metafísico que rigiera las cosas.	La Tierra flota sobre las aguas; el agua es el origen de todas las cosas; todas las cosas están llenas de dioses.
Anaximandro	Mantiene la idea hesiódica del caos en su concepto del apeiron.		Con la filtración de la imagen de los espacios infinitos, se descubre que lo posible precede a lo real. Le preocupan los problemas de orden político y social y por ende, el movimiento, los cambios. El cambio es explicable si existe verdadera oposición (justicia e injusticia; nacimiento y muerte; construcción y destrucción). La diferencia, la oposición, la justicia y la injusticia explican el hecho de que, de lo justo a lo injusto, de lo injusto a lo justo, exista la movilidad.	Se interroga explícitamente por el arché, principio de todas las cosas. Ninguno de los cuatro elementos es el origen de la totalidad del universo, puesto que si afirmamos que un solo elemento es la causa admitimos que la parte es la causa del todo, lo cual es contradictorio. No debe buscarse el origen de todas las cosas en ninguno de los elementos particulares que componen el mundo. El verdadero origen hay que encontrarlo en el apeiron: lo indefinido y lo informe. “Las cosas tiene que cumplir la pena y sufrir la expiación que se deben recíprocamente por su injusticia”. El origen debe encontrarse en la iluminación eterna e inmortal.	Su interés astronómico lo lleva a dar una versión por la naturaleza del mundo.  La Tierra, cuerpo celeste, tiene forma cilíndrica. Suspendida en el centro del espacio está rodeada por las estrellas, todas ellas hechas de fuego.	Incluye las nociones de infinito y de posibilidad que definen el puesto del hombre en el mundo. El universo se abre y el lugar del hombre dentro de su mundo es menos limitado. “Los seres vivos nacieron del elemento húmedo cuando hubo sido evaporado por el Sol. El hombre era, en un principio, semejante a otro animal, el pez”

FILÓSOFO	MITO	DIVINIDADES	RAZÓN	ORIGEN	MUNDO	HOMBRE
Anaxímenes				La respuesta está en el aire. Posiblemente hablaba del espíritu pero retrocede  en su visión filosófica.
Jenófanes	La antigua religión politeísta no satisfacía el nuevo  ánimo abstracto.	Las imágenes que cada pueblo se hace de los dioses sean relativas a sus propias características físicas y morales. Critica la religión antropomórfica y busca representar a un solo Dios, “el mayor entre los dioses y los hombres, y que no se parece a los hombres ni por la forma ni por el pensamiento.	Los dioses venerados eran formas idealizadas de los propios hombres que constituían a los pueblos.	Presenta a un dios supremo que lo ve todo, lo piensa todo y lo oye todo. Alcanza un concepto monoteísta de la divinidad.		Niega el valor a las interpretaciones religiosas de orden politeísta y afirma: “Homero, Hesíodo atribuyeron a los dioses lo que entre humanos es reprensible y sin decoro”.
Heráclito		La final armonía de los contrarios, la unidad de los opuestos: “bien y mal son una cosa”, “el camino hacia arriba y hacia abajo es uno y el mismo”, los hombres no saben que el mundo, “divergiendo conviene consigo mismo”. Más allá del mundo existe “una armonía de lo que se tiende y suelta como el arco y la lira”. Esa unidad última se realiza en Dios, supremo fin y suprema disolución de todas las contradicciones; Dios para quien es “bello todo y bueno y justo” aunque los hombres juzguen “lo uno injusto, lo otro justo”.	Le preocupa la teoría del conocimiento, la metafísica y la moral. Se pregunta por el saber y la pregunta, si esto es posible o no. Existen dos formas de conocer, una verdadera y otra falsa. La primera obedece al logos, a la razón a la palabra. La segunda es la que se apoya en los sentidos o en un mal entendimiento de ellos. La sabiduría, a pesar de que el pensamiento es común a todos los hombres, se descubre con dificultades y trabajos una vez que se ha renunciado a las falsas interpretaciones de los sentidos.	Todo está en movimiento. Somos una mezcla de ser y de no ser, de ausencia y de presencia, de pasado, presente y futuro. En los extremos de la vida se encuentran los opuestos: vivir significa estar en el tiempo entre el momento de nuestro nacimiento y el momento de nuestra muerte. Lo contrario es lo conveniente.  Las almas buenas son almas “secas”, aquellas en las que penetró el fuego, símbolo de la razón única de todas las cosas y de la unidad última del universo y del hombre.	Se preocupa por el comportamiento y por el destino del hombre, sin dejar de explicarse el sentido del universo que el hombre habita. El mundo es movimiento y el movimiento solamente es posible si existen la desigualdad, el contraste y la oposición La ley del eterno retorno concibe el mundo como una constante sucesión dentro de un ciclo constante. Todo cambia. En la circunferencia de un círculo se confunden el principio y el fin.	Sabio es escuchar a la Razón… Sin embargo, la razón siendo eternamente verdadera, no es comprendida, antes de oírla y después de haberla oído por el hombre.
FILÓSOFO	MITO	DIVINIDADES	RAZÓN	ORIGEN	MUNDO	HOMBRE
Pitágoras		Enseña como forma de vida, la transmigración de las almas, el culto a la santidad y la abstinencia.			El mundo está hecho de números. Añade una concepción rítmica y armónica de la realidad. Las estrellas emiten sonidos musicales.
Parménides			Presupone principios lógicos y razonamientos para la lógica futura. Emplea el principio de identidad (lo que es, es) y de contradicción (lo que es no puede ser).	El origen de todo es el ser, el cual se puede probar mediante atributos (mutabilidad, inmóvil, uno y único, existente, eterno, continuo, imperecedero, indivisible, sin fin y sin comienzo)	Al referir al ser se cree que hablaba del mundo físico y material; otros creen que habla de Dios.

LA REVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO

(CONCLUSIÓN)

Muchas preguntas, grandes respuestas al problema del mundo, el hombre y su realidad es lo que encontramos en este cuadro comparativo. 

Elaborar este trabajo nos permitió entender-desestructurar, una cadena conceptual “evolutiva” que va de la monstruosidad que rodea el orden primitivo hasta la concepción unitaria del mundo pasando por la naturaleza, los dioses, el mundo, el universo, lo infinito, lo indefinible, lo que posibilita y el espíritu.

En todas estas explicaciones, se filtra algo más que el mundo y su origen. Aquel enredo con el que iniciamos, nos genera una madeja difícil de desenmarañar en torno a la figura del hombre. Posiblemente la idea de una pregunta extendida hasta la saciedad sea nuestra única posibilidad de respuesta. Ya Anaximandro nos puso en el centro de un universo que se abre hasta el infinito, seamos pues nosotros, los que delimitemos cuán largo se puede extender el brazo para tocar el cielo, aquella bóveda estrellada que encierra los más grandes misterios de la humanidad.

LA GEOGRAFÍA QUE INTEGRA AL MUNDO

(BIBLIOGRAFÍA)

•  MOSTERÍN, Jesús. Historia de la filosofía. Tomo 1, El pensamiento arcaico. Alianza Editorial, Madrid, 1983. Pp. 230.
•  SANABRIA, José Rubén. Filosofía del hombre. Antropología filosófica. Segunda Edición. Editorial Porrúa, México, 2000. Pp. 346.
•  XIRAU, Ramón. Introducción a la historia de la filosofía. Textos Universitarios. Universidad Nacional Autónoma de México, Tercera reimpresión de la decimotercera edición, México, 2001. Pp. 572.