Jorge Alberto Hidalgo Toledo**
Introducción
En el marco del VIII Encuentro Iberoamericano del Tercer Sector, que se
realizara en la ciudad de México los días 16 al 18 de octubre de 2006, se
reunieron de modo discreto el presidente del Banco BBVA y el presidente electo
de México, Felipe Calderón. ¿El motivo? El anuncio de que BBVA destinará a
partir del año 2007 más de 20 millones de euros anuales a su Plan de Acción
Social en América Latina para atender la educación de niños y jóvenes y su
integración social. Lo insólito de esta nota, no es ni la reunión de los
destacados personajes, ni la suma que se aportará, ni la expresión de
responsabilidad social corporativa de Grupo BBVA, ni la relevancia que tiene
hoy día la vinculación entre Gobierno, Sociedad Civil y el Sector Privado; lo
apremiante es que la información y el análisis sobre esta situación haya sido
publicado minutos después de lo ocurrido en el Weblog “Business” Olganza.com. Una bitácora web creada y editada
por el blogger Alfredo Sánchez
dedicada a la publicación de información especializada en mercadotecnia, PYMES
y temas de interés incluyendo información dedicada a la Responsabilidad Social
y al Tercer Sector.
Con un testimonio como
este podemos dar cuenta de que la blogósfera
no sólo es el espacio donde curiosos, adictos a la información, periodistas freelance y desempleados se reúnen. La blogósfera, como bien apunta José Luis
Orihuela se ha convertido en un “sistema complejo, autorregulado,
extraordinariamente dinámico y especialmente sensible a la información que
producen los medios tradicionales, en particular la referida a asuntos
políticos y tecnológicos” (Rojas, Alonso, Antúnez, Orihuela y Varela, 2006:
25).
En ese vecindario
virtual, hoy día se reúnen ciudadanos, expertos y analistas a compartir
opiniones, intercambiar información, criticar políticas y sistemas y asumir la
responsabilidad social que muchas instituciones han dejado de lado en el mundo
físico.
Los weblogs,
al igual que los foros de discusión, la mensajería instantánea, los wikis, las listas de distribución de
correo, los grupos de noticia, la radio por Internet, la telefonía IP tipo Skype, están conformando lo que ha dado
por llamarse software social o medios sociales.
¿Cuál será el papel de estos nuevos medios en el
ámbito social? ¿De qué manera estas herramientas de comunicación permiten o
facilitan la interacción de grupos geográficamente dispersos pero con un
interés común: hacer valer las políticas sociales para la construcción de
sociedades más justas, solidarias y democráticas? ¿Cómo es que los blogs permiten la organización, gestión
y acción de sus miembros en el mundo físico?
Este estudio pretende registrar la acción de los Blongs, bitácoras creadas para dar a
conocer las actividades e informaciones relevantes de asociaciones civiles,
ONG’s y grupos organizados del Tercer Sector. El presente, es una oportunidad
para conocer el fenómeno de la política
3.0 ó de participación digital.
Aquellos interesados en las contribuciones de las
nuevas tecnologías en el actuar de ONG’s y netactivistas en la pugna por la responsabilidad
social, encontrarán en este documento información de interés para poder llevar
consigo un pequeña postal con los integrantes de la sociedad civil 3.0
El boom de los medios sociales
José Luis Orihuela en su texto La
revolución de los blogs, apunta de manera muy certera: “Cuando una
herramienta de comunicación pública consigue un impacto social de tal magnitud
que transforma la cultura, entonces se convierte en un medio” (2006: 65). De ahí que nos atrevamos a decir que nuevos
medios, como el weblog, están
transformando de manera radical nuestra cultura.
Los weblogs
o blogs, han transformado el
lenguaje, los modos de estructurar la información, las vías de interacción y
socialización del conocimiento. Al eliminar la mediación editorial,
democratizando el acceso, publicación y distribución de la información,
configuraron el telar con el que se está tejiendo el nuevo entramado social.
Son ya varias las
herramientas que están permitiendo al usuario ser el protagonista de la gestión
informativa. Wikis, listas de
correos, boletines electrónicos, feeds
RSS, grupos de noticias, foros, chats,
ezines, mensajeros instantáneos, podcasts, videocast, phonecast, son
algunas de las vías que tienen las personas comunes y corrientes para publicar,
distribuir información y con ello, generar comunidades descentralizadas. Estos software sociales, de fuente abierta, colaborativos, simétricos,
multidireccionales, interactivos y participativos, fueron sitiados por la
gente. Los usuarios de la red se apropiaron de ellos para establecer un diálogo
crítico frente a los sistemas tradicionales de orden público, cultural,
mediático, político y cívico. Este fenómeno de apropiación de la palabra por la
sociedad civil ha sido bautizado de múltiples formas. El periodista Dan Gillmor
le llamó “Periodismo 3.0”, Enrique Dans le llama “sociedad participativa” y
Joel de Rosnay le llama “globalización 3.0” (Mora, 2006). Otros de los nombres
con los que ha sido bautizado son: periodismo
ciudadano y periodismo cívico.
Este hacer pública la
subjetividad y la parcialidad informativa de los bloggeros, ha cobrado gran relevancia y consenso en la sociedad
actual. Los mensajes que se intercambian en los blogs están redefiniendo en gran medida los modos tradicionales de
compartir la noticia. ¿A qué se debe esto? ¿A caso la información tradicional
carece de valor para el ciudadano cibernético? ¿Es que existe algo particular
en la red que los medios tradicionales no han logrado aprender? ¿Qué busca la Generación Mi Medio en la web?
Los cibernautas buscan hoy día en los blogs:
· Información que les permita establecer una relación personal con la
realidad.
· Voces y conversaciones subjetivas, íntimas, que proporcionen una
interlocución basada en el respeto.
· Múltiples fuentes, opiniones, tendencias y charlas que les permitan
tender un puente empático con los distintos modos de sentir las afectaciones de
los hechos.
· Noticias y documentos que les faciliten el sacar sus propias
deducciones, que no pretendan manipularlos ni controlarlos.
· Temas novedosos, con formas expresivas ingeniosas, auténticas, sin
censura y sin controles.
· Gozar de un espacio libre de interconexión, autoexpresión, de
conformación de comunidades en un modo estético/funcional cien por ciento
personalizable.
Los medios
sociales al ser creados por usuarios para usuarios, están estructurados de
la misma manera como a ellos les gustaría encontrar la información; además, de
que posibilitan la réplica, la interacción y diálogo entre aquellos que
comparten un interés común.
El protagonismo entre actores sociales ahora es
compartido. Una nueva ecología simbólica y mediática se construye en los
espacios personales, espontáneos, informales, íntimos y de expresión visible
que son los blogs. Ahora son los bloggeros los que dictan su propia
agenda, circulan la información, devuelven el poder de la comunicación pública
a los ciudadanos y expanden con ello las murallas de la República Mediática.
La blogósfera, el corazón de las comunidades virtuales
Ahora bien, los weblogs se
encuentran hoy día en la cima de la pirámide de los medios sociales. Su naturaleza interactiva, hipertextual,
multimediática y de socialización en línea, ha fomentado la alfabetización
digital de muchas personas impulsándolas a buscar cauces de expresión,
divulgación, crítica, denuncia y solidarización con causas que antes parecían
ajenas al ciudadano común.
Así encontramos que
ante fenómenos como el Tsunami, el 11-S, el Huracán Wilma, las elecciones presidenciales
de México en 2006 y las manifestaciones en Oaxaca; los ciudadanos han decidido
salir a las calles virtuales para manifestar su posición y responder con ello
el silencio que prima en los medios tradicionales.
Gráfica 1
Pirámide de los
medios sociales
|


La blogósfera, esa galaxia por la que gravitan millones de blogs, provocó una inmersión dialógica
que nos involucra a todos como, protagonistas, lectores y observadores. Los tecnodiscursos de Dominique Janicaud
(Sfez, 2005), se han tendido en todos los niveles de la sociedad. La técnica y
la tecnología están organizando a la sociedad. Las nuevas visiones del mundo
están determinadas por el grado de vínculo con las nuevas formas de simbolización.
Un nuevo giro histórico se está dando en la humanidad. Es en la blogósfera donde se está
territorializando y desterritorializando mediante clicks, posts, backtrack y blogrollings las nuevas manifestaciones y movilizaciones sociales.
La blogósfera oscila entre la práctica privada y la pública; entre la
oralidad, lo móvil, lo visual y lo escrito (podcasting,
phonecasting, videocasting y posting).
La interlocución on-line, forma
comunidades; establece, como afirma Orihuela, “filtros sociales de opiniones y
noticias, impone un sistema de alerta temprana para los medios, un sistema de
control y crítica de los medios; conforma nuevos canales para las fuentes
reconvertidas en medios; aplica nuevos formatos a las versiones electrónicas de
los medios tradicionales; y opera como una gran memoria en la web” (Rojas, Alonso, Antúnez, Orihuela,
Varela, 2005: 27).
Si las revoluciones
suponen cambios completos en los ámbitos multisectoriales; la interconexión de
transformaciones políticas, económicas, culturales, sociales derivadas de esta
nueva forma de vinculación nos están introduciendo a una nueva revolución; una
revolución flexible, transparente, convergente, de credibilidad y personal. Una
revolución simbólica, ciudadana y a la carta.
La blogósfera en su carácter inmediato, circular y envolvente edifica
un territorio de interconexiones descentralizadas gobernadas por personas que
como Virgilio, guían a los otros, a las nanoaudiencias,
que expanden el germen de la información en un modo casi viral para saciar la
hambruna de participación que reina en el ayuno mediático.
Technopolítica y sociedad civil 3.0
La blogósfera, ha venido a brindar, como
menciona Sfez (2002): “convivencia, transparencia, igualdad (de acceso),
libertad (de palabra), un espacio público generalizado y según se dice,
universal”.
Y
es que como afirma Juan Varela, los blogs han quebrantado las estructuras
históricas de la comunicación:
- “De uno a
muchos: la que comprendía la comunicación fuertemente jerarquizada y
estructurada, con poca interactividad y en la que la autoridad estaba
predeterminada por el que difundía el mensaje.
- De uno
a uno: la que se da en el contacto personal, de forma libre,
desestructurada, emocional, donde la conversación, el tono y la
retroalimentación marcan el contenido” (Rojas, Alonso, Antúnez, Orihuela,
Varela, 2005: 105).
Con
esto en mente se dio forma a lo que el periodista norteamericano Dan Gillmor
denominó We media; es decir
organizaciones autogestionadas y espontáneas que se sustentan por la
transparencia y credibilidad de sus miembros. Un arte democrático, como apunta el filósofo pragmatista
norteamericano, John Dewey, se está perfilando ante la interrelación sígnica
que se vive en la red.
La
lógica de los signos que cohabita en la blogósfera
se instaura en la comunicación transparente, unitaria, solidaria, moderna,
humanista, ecológica, informada, poderosa, dispuesta a la aventura, explosiva,
diversa. Quizá por ello encarnan fácilmente los blogs la dermis de un
activismo o netactivismo que puede
impactar en la vida social, comunitaria y política al intervenir y cambiar el
estado de cosas.
Jeff
Jarvis, el pionero del Periodismo 3.0
solía escribir: “Dale a la gente el control y lo usará”. Ahora hablamos de súperusuarios dueños del control y
protagonistas de los procesos informativos. A un clic de distancia tienen la
posibilidad de convertirse en productores culturales y contribuir así, pasando
a ser los motores más comprometidos de la vida política y social.
Ya
Howard Rheingold (2004) había bautizado a estos súperusuarios como
“multitudes inteligentes”; es decir, grupos de personas que emprenden
movilizaciones colectivas políticas, sociales, económicas que se comunican y
organizan en una escala novedosa mediante medios sociales interactivos como los
blogs y los dispositivos móviles.
- Match Ratcliffe y Jon Lebkowsy consideran que esa
unión que se da entre información, opinión, economía y política es
fundamental para el establecimiento de la democracia extrema o en línea dado que: “la unidad básica de
organización en una democracia
extrema es el activista (súperusuario),
un ciudadano preocupado por un asunto por el que está dispuesto a invertir
tiempo y esfuerzo para desarrollarlo en una política relevante” (Rojas,
Alonso, Antúnez, Orihuela, Varela, 2005: 140).
Ese
activismo digital cada día gana más
atención. Las ansias de saber, la organización física de la sociedad civil, el
desencanto social, la falta de atención de los gobiernos a las problemáticas
sociales han llevado a estos prosumers
-como los llama Eduardo J. Arcos- a emplear su tiempo libre a conformar nuevas
instituciones, nuevos foros de opinión y nuevos espacios de agrupación para
atender en conjunto las necesidades que los estados y las naciones no desean
atender.
Esta
democracia deliberativa que insta por
la participación de los ciudadanos en la gobernación empata a la perfección con
el movimiento de código abierto en el que la estructura y funcionamiento se
basa en la cooperación, la participación, la descentralización, la organización
y el actuar.
La
unión de información, organización y activismo facilita el encauzar la acción
social y el extender ideas, comportamientos y debates. De ahí que Rebecca
Blood, insista en que una de las ventajas estructurales de las comunidades
colaborativas que se construyen alrededor de los blogs, está en la posibilidad de profundización e inmersión que se
puede lograr cuando un grupo de personas centran sus talentos para trabajar en
una misma causa e informar con ello al resto de sus usuarios fungiendo como
centros de intercambio intelectual.
Ya
Ignacio Ramonet en su texto Internet, el
mundo que llega, anunciaba el boom
de la pasión en la vida pública y la presión sobre la opinión pública (Mora,
2006). Son esos usuarios los que buscando nuevos modos de éxito social centran
sus esfuerzos en influir sobre procesos productivos multinacionales. Los
gérmenes de un simbolismo político que trascienda el imaginario y la fantasía
de la técnica pueden filtrarse en un entorno ansioso por ejercer su soberanía.
Un neorelato está documentando la vida cotidiana, la profesionalización y
mediatización de lo que hoy día se denomina el Tercer Sector.
Transparencia informativa hipermedial la esencia de los Blongs
E fenómeno no es
nuevo, hace más de 25 años, las Naciones Unidas reportaron el surgimiento de un
conjunto de instituciones sociales que actuaban en los suburbios del feudo
instaurado por el Estado (Primer sector) y el Mercado (Segundo sector).
Desde aquél entonces definieron a esas Organizaciones como No Gubernamentales o
ONG’s. Una de sus características fue su apuesta por el desarrollo social,
quedando en evidencia que son las personas las que constituyen el factor
decisivo para los destinos de las naciones.
Las situaciones políticas
particulares, la corrupción, la deshumanización de los mercados, la falta de
compromiso ético con los distintos sectores sociales ha desacreditado a muchas
instituciones. La desconfianza parece convertirse en un nuevo capital privado.
Desgraciadamente, ese mismo contexto ha limitado el trabajo de muchas de estas
organizaciones y han tenido que buscar modos ingeniosos, alternos y eficaces
para sortear las dificultades que el entorno les impone. Así han tenido que
profesionalizar y mediatizar su actuar.
Hoy
día entre los actores del sector podemos encontrar a grupos ambientalistas,
asesores familiares, instituciones de atención a sectores marginados,
organizaciones profesionales y de trabajadores, hospitales, universidades,
clubes sociales y deportivos, instituciones de derechos humanos y un sin fin de
instituciones privadas que desean ofrecer soluciones específicas a dificultades
de las personas. Sus agentes, en su mayoría son voluntarios comprometidos con
la causa que persiguen, lo que les da un carácter multidisciplinario,
multifórmico, no lucrativo y humanista. Por ello la amplia gama de áreas de
acción con las que se involucran: ciencia, cultura, recreación, educación,
derechos humanos, trabajo, justicia social, solidaridad, espiritualidad,
economía, servicios públicos, etcétera.
Como
bien señalaba Peter Drucker desde 1963 en su texto El gran poder de las pequeñas ideas (1999), las estrategias del
Tercer Sector no se fundamentan en el dinero; primero está su misión y las
personas que se beneficiarán de su actuar y luego está la retribución del
impacto de sus acciones.
En
la sociedad digital, las iniciativas del Tercer Sector fluyen de manera
ordinaria en la blogósfera. Su presencia ha sido bautizada por la
periodista, comunicadora social y colaboradora del blog Canal Solidario, Olga Fernández Barrios como Blongs; es decir, bitácoras que
registran cronológicamente información, comentarios, documentos, actividades e
iniciativas que se desean divulgar globalmente aunque su actuar sea local. Su
condición de autogestión, actualización constante e interactiva se ha
solidificado por el nivel de transparencia y confianza que desean ofrecerle a
sus usuarios a la hora de compartir sus agendas.
Los
Blongs, han logrado desarrollar
interesantes capacidades para influir y fidelizar a sus usuarios. Los
netactivistas y cibernautas, no sólo ven en ellos el corazón de su comunidad
virtual, también perciben rituales ordenados, modos culturales, ritos
simbólicos, conductas, actitudes, gestos, inteligencia puesta al servicio de
los otros, en pocas palabras, un espíritu que navega entre continentes web y contenidos.
Códigos
y nuevas maneras de comunicación están hibridándose en los Blongs. “Su facilidad de uso, accesibilidad, autonomía,
horizontalidad, funciones y servicios” (López, 2006) hacen a sus usuarios más
activos y participativos.
En
el laberinto digital las tecnologías hipermediales y multimedia están
convergiendo, ofreciendo una nueva sintaxis al metadiscurso del “fabriquemos
nuestra propia sociedad”. Esa semántica perfila nuevos territorios de
participación, construye nuevas realidades, formula nuevas argumentaciones,
radicaliza algunas ideologías, pero también otorga nuevas perspectivas,
interacciones independientes, tendencias que aspiran a ser confiables, matices,
contrastes y multiplicidad de voces.
El
escaparate que ofrecen los Blongs a
las organizaciones del Tercer sector llama la atención, pues ahora los usuarios
se sienten socios activos y comprometidos con las causas expuestas.
Los Blongs en la lógica We the Media
Participación y
autogestión son fundamentos del binomio que define la nueva conversación que
están generando los Blongs. Olga
Fernández en una entrevista para Bitácoras.org enunció algunas de las ventajas
y usos que pueden darse a los blongs:
- “Darse a conocer entre beneficiarios que las
necesiten;
- Darse a conocer entre potenciales voluntarios
permanentes o voluntarios puntuales dispuestos a echar una mano;
- Ser conocidas por posibles donantes o socios;
- Explicar a la sociedad que les rodea la situación
contra la que están trabajando, tener una voz para denunciar;
- Tener un espacio de reflexión y evaluación con
voluntarios, beneficiarios y donantes para evaluar y mejorar sus
proyectos;
- Mantener, para sí mismas, una pequeña memoria de
sus actividades en línea;
- Considerar el blong
una forma de adaptarse a las nuevas tecnologías de la comunicación y
superar la brecha digital poco a poco;
- Convertir la página en ese ansiado canal de
comunicación (feedback) con el beneficiario y el voluntario para evaluar y
mejorar sus proyectos. El objetivo es democratizarse, ya que muchas
organizaciones pecan de ser iniciativas personales o de un pequeño grupo
en el que los demás deciden poco;
- Utilizar el blong,
sobre todo, como forma de comunicación entre los voluntarios,
beneficiarios y donantes para coordinar sus actividades” (Abellón, 2005).
Algunos
Blongs, como Canal solidario, se han
convertido en verdaderos portales dedicados a publicar estrategias de
comunicación para el cambio social –como bien señala su eslogan-.
Algunas
de las principales herramientas y servicios que emplean los Blongs son:
- Sección de noticias
- Destacados de la Blogósfera
- Alertas de conflictos y mensajes RSS
- Directorios en línea de ONG’s y de periodistas
sociales
- Bolsa de trabajo para voluntarios
- Asesoría legal para Organizaciones del Tercer Sector
- Publicaciones en línea y bibliotecas virtuales
- Chat y foros de discusión
- Agenda
- Tablón de anuncios y boletín electrónico
- Guías temáticas
- Videocast como testimonio gráfico de su trabajo
- Memes o iniciativas de la ciudadanía
- Manifestaciones en línea
- Alianzas y afiliación
- Manifestódromos
- Phonecast y activismo vía telefonía celular
Entre
los principales Blongs encontramos:
- Canal solidario.org (http://bitacora.canalsolidario.org)
- La bitácora del Padre Ángel: Que no haya más
pobres (http://blogs.periodistadigital.com/padreangel.php/2006/10/20/p51138)
- Global Voices
(http://www.globalvoicesonline.org/)
- Proyecto Blong
(http://proyectoblong.blogspot.com/)
- Agustinas misioneras (http://agustinasmisioneras.blogia.com/)
- Ana y Mía: Descongelando sonrisas contra la
anorexia y la bulimia (http://mifune.blogs.com/anamia/)
- Apadrina un niño: El blog de apadrinamiento (http://apadrinar.blogspot.com/)
- Asalsido: Asociación Almeriense para el Síndrome
de Down (http://www.asalsido.org/usuarios/)
- Videonet-art video arte: Reflexión y exploración
artística sobre la condición humana (http://videonetart.blogspot.com/)
- Diario de un padrino: blog para compartir mi
experiencia sobre el apadrinamiento (http://blogs.ya.com/sobera/)
- Entre los simios: ideas sobre paz, solidaridad y
ONG’s (http://entresimios.blogspot.com/)
- Fundación Social Vicente Ferrer (http://www.fundacionvicenteferrer.org/blog/)
- Voluntarios comunicando (http://voluntarioscomunicando.blogspot.com/)
Conclusiones
Con Blongs, hablamos de
comunidades de personas, autogestionadas y espontáneas, con intereses y gustos
afines que se reúnen para compartir información a través de referencias mutuas
y que se nutren de la credibilidad de sus miembros para impulsar el desarrollo
social. Como menciona Rheingold, la confianza y la colaboración pueden producir
multitudes inteligentes es decir superusuarios
de la participación cívica, comprometidas con la especie humana, su entorno y
las problemáticas sociales. Es decir, ciudadanos capaces de comunicarse, actuar
y liderear la opinión pública y la participación social.
Ya resuena la conversación de la
sociedad participativa. Un nuevo sentido, más allá de los simbólico está
estructurando los modos democráticos. Si la democracia es un diálogo como
anuncia el Manifiesto Cluetrain, los Blongs, pueden ser una de las tantas
olas que habrán de golpear las bahías de las sociedades contemporáneas en vías
de democratización.
La comunicación se vuelve ahora
personal, heterogénea, multidireccional, abierta, personal e hiperjerárquica.
Opinión pública, organización y acción social, netactivismo, agrupación, se dan
cita en los espacios creados por los Blongs, pero sobre todo, lo que se hace
presente es laposiblidad de hablar sobre cómo impulsar el desarrollo social.
Sigamos vigilantes de la revolución
semántica impulsada por los blogs
para identificar la Pragmática que habrá de producir. La ola está resonando,
sólo queda en nosotros escuchar sus ecos y arrojarnos al mar.
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** Investigador
Titular del Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada (CICA), de la
Escuela de Comunicación de la Universidad Anáhuac

https://orcid.org/0000-0002-6204-9534