Jorge Alberto Hidalgo Toledo
Para la memoria humana que ama la sencillez
Una foto que se despliega a lo largo de la pantalla de la computadora y nos muestra el rostro enérgico y sonriente bajo la mirada espesa del escritor Richard Ford. Un verdadero aullido se lanza sobre la piel “chinita” de aquéllos que la contemplan a miles de kilómetros de distancia. “Hay algo más que magia detrás de todo esto” replica uno de los cuatro jóvenes que maravillados dedican horas enteras a navegar por la supercarretera de la información, en busca de señales y nuevos sÃmbolos. Neuronas suben y bajan como respuesta al llamado. Giran sus cabezas hasta chocar miradas en el mismo punto de fuga: “¿Qué le pregunto? Hay cuestiones. Hay respuestas. El universo entero se conglomera en un mismo horizonte. Las posibilidades se multiplican para finalmente unificarse. Se codifican. Se vuelven un comando. Todo cabe en unos bytes , si se sabe canalizar. Oprimen enter . La señal ha sido enviada al espacio. Su llamado es claro, la tecnologÃa es la única forma de comprobar que existe vida inteligente en cualquier lugar ajeno a donde están. Un largo y parsimonioso “¡Hola!” aparece en la pantalla. La clave del futuro está en nuestras manos: una nueva cultura acaba de nacer.
Softwares , hardwares , nuevas tecnologÃas y un amplio ring de competencia se abre en medio de un mercado deseoso de soluciones gráficas y tangibles.
La cobertura de necesidades se empaña de un extraño manto de erotismo encaminado a solventar placeres que nacen desde el ojo. El secreto del que vende es claro: ir del Why? Al Guau! Las alternativas del mercado están bien delimitadas: crear una tecnologÃa de la emotividad.
Ese es su misterio, la magia. Esa parte oculta y esotérica de la tecnologÃa que nos absorbe y nos vuelve parte de su mundo. Un mundo lleno de palabras mágicas y poderosas como el return , el back space o el alt gr . Un universo de adelantos generadores de necesidades.
Nunca como ahora el joven dedica noches enteras de sus fin de semana a la conversación con otros chicos de computador a computador. Las tardes de citas telefónicas han quedado atrás. Ya no hay más secuencias de chicas recostadas boca abajo en el sofá, platicando con el novio a larga distancia. Todo es tan común y tan complejo como un modem o un e-mail .
Los caminos del desarrollo cultural son tan inciertos como las mentes que la gestan. Hoy por hoy hay magia en el ambiente. Hay una ola de misterio en la cabeza de los cybernautas que minuto tras minuto se adhieren a las playas virtuales de la navegación por Internet .
Tanta tecnologÃa al alcance de todos nos adelanta parte del paisaje del mañana: un maremoto de industrias gráficas, una invasión planeada de nuevos productores culturales, una saturación rotunda de jóvenes interesados por crear una nueva cultura. La generación de los comandos será su nombre. “El futuro es hoy”, su razón de ser.